Os pongo como curiosidad cómo empecé el cuadro de abajo.
Yo quería hacer un bosque quemado y que estuviera llorando de pena, pero me salía tan horroroso, que no me gustaba, hasta me daba miedo mirarlo en vez de lloroso, parecía que me iba a tragar. Lo guardé unos días y una mañana me levanté lo coloqué en el caballete intentando arreglarlo o desarreglarlo del todo y tirarlo a la basura. Puse colores mas suaves y me dejé guiar por mi inspiración y ya veis el cambio. A mi me gusta mucho más, por lo menos no me da miedo mirarlo.